domingo, 28 de diciembre de 2008

FORO MI QUERIDO GATO

La Poesía siempre me ha apasionado, hace tiempo fui invitado a escribir un poema sobre gatos, la verdad el tema no me agradó y así lo hice saber al consejo editorial de la revista, pero fueron inflexibles:

─El tema para nuestra siguiente publicación es sobre gatos.

Esa noche, recordé que en mi niñez una de mis hermanas adoraba a un dulce minino, el gatito no era de ninguna raza definida, solamente blanco con manchas negras. Pasaba la mayoría de las noches de parranda y llegaba por las mañanas a su lugar preferido próximo al fuego para dormir casi todo el día, no había gratitud de su parte, salvo algunas noches que nos llevaba serenatas acompañado de sus amigos, los vagos del barrio.

Foro fue el nombre con que mi hermana llamaba a su gato, con el tiempo llegó a la edad de que se torna uno cuidadoso de la salud y miraba con tristeza desde la ventana las noches llenas de tentaciones, pienso, que de su pecho salían grandes suspiros, muy gratos recuerdos debieron llegar a su mente, luego con tristeza razonando en su pequeño cerebro, se encaminaba próximo a la gran estufa de leña, a su sitio preferido, ahí tal vez soñaba recordando dulcemente las aventuras pasadas.


FORO MI QUERIDO GATO

De tantas parrandas aquella mañana llegaste cansado.
No eras de clase ni de noble estirpe, solo un simple gato.
Recuerdo el invierno con su viento norte, las fuertes nevadas,
buscaste tu sitio de siempre, muy cerca del fuego.

No te disculpabas de haber faltado por algunos días,
yo se que cumplías serios compromisos en las azoteas,
con tus amigotes y con las mininas de todos los barrios,
buscando pendencias y dulces amoríos, pasabas el tiempo.

Nunca nos presentaste a tus bellas, nocturnas amantes,
eras muy serio y reservados en el tema de amores.
Algunas mañanas llegaste golpeado, otras veces con cara de angustia.
Más nunca escuchamos de ti los lamentos, sí sufrías: Lo hacías en silencio.

Ahora ya te jubilaste y pasa el tiempo muy serio pensando,
en los errores de tiempos de antaño,
yo te leo algún libro que escuchas atento, te platico de sueños
parece que entiendes y sientes, cuando me refiero a cosas no gratas.

Así es la vida y tú la comprendes.

Cuando la noche entra por la puerta del zaguán del fondo,
Suspiras muy hondo, piensas en salir e irte de fiesta,
luego te arrepientes y regresas juntito del fuego.
Yo se lo que sientes y pienso y sufro las mismas penurias.

Vamos a la cama que ya se hizo tarde, tal vez mañana… Sí nos animemos;
salgamos a ver los amigos ¿sí no?, desde lejos recordar que no ha mucho tiempo
tu y yo éramos galanes de todas las noches.


Morales Góngora Raúl Madrid, España 11 de abril de 2008

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